Contenedores rectangulares o cuadrados o bien formatos especiales normalmente de cartón o plástico, en general se utilizan para alimentos y en particular son ideales para las bebidas frescas como la leche pasteurizada, los productos que contienen fermentos lácticos vivos como yogur y probióticos. Impenetrables al aire y asépticos se adaptan también a otros productos líquidos y a bebidas. Paquetes simples y fáciles de apilar y almacenar.